Cuando nos enfermamos podemos notar alteraciones en los niveles de glucosa, tanto altas como bajas o incluso momentos de “montaña rusa”.
Estos son algunos factores que te sugerimos tomar en cuenta para mantener tu glucosa lo más estable posible:
- Medicamentos
Algunos medicamentos como esteroides o corticoides, jarabes y vitaminas efervescentes pueden elevar tu glucosa.
Consejo: Pregúntale a tu médico si puedes tomar alguna alternativa.
- Alimentación e hidratación
Estar en ayunas puede causar tanto altas como bajas de glucosa. Si estás presentando fiebre, vómito y/o diarrea, corres mayor riesgo de deshidratarte y que tu sensor no sea tan exacto en sus mediciones.
Consejo: Si estás inapetente, come alimentos ligeros que contengan carbohidratos y te sirvan al mismo tiempo para hidratarte, como aguas de frutas, sueros, gelatinas con azúcar, sopas, licuados, etc.
- La falta de descanso y el estrés por enfermedad
Dormir poco o sin descansar, así como el propio estrés de la enfermedad propician mayores hiperglucemias.
Consejo: Si la glucosa está constantemente alta, prueba utilizando un basal temporal mayor al 100% o un perfil de enfermedad en el modo manual. No olvides monitorear cada 2 horas tu glucosa capilar y estar al pendiente de tus cetonas en sangre.
Si al revés, estás tendiendo a las bajas de glucosa, prueba utilizando el objetivo temporal en el modo automático o un basal temporal menor al 100% en el modo manual.
Hablar con tu médico previamente y crear un plan para los días de enfermedad, puede hacer una gran diferencia cuando estos se presenten.
¡Cada diabetes y cada enfermedad puede presentarse de distinta manera! No olvides tener siempre tus alimentos para bajas cerca, monitorear constantemente tu glucosa y preguntarle a tu médico cuál es la mejor estrategia para ti durante esos días.
Autor: Nut. ED Sabrina Sosa – Certified Product Trainer