4 tips para cuidar tu insulina en la escuela
Para muchos padres el término de las vacaciones equivale al comienzo de las preocupaciones. Volver a la escuela con diabetes puede ser aterrador tanto para ellos como para sus hijos cuando surgen preguntas como: ¿qué debo llevar?, ¿qué pasa si pierdo la insulina en la escuela o se me olvida en casa?, ¿cómo me aseguro de protegerla correctamente?
¡Es más sencillo de lo que parece! Con estos 4 tips para cuidar tu insulina en la escuela, seguro que te quedas más tranquilo.
1.- Protege tu insulina del sol directo.
No saques tu insulina de la mochila o lonchera a menos de que la vayas a usar, y una vez utilizada, inmediatamente vuélvela a guardar. Recuerda que el sol directo puede dañarla y hacerle inservible. Si a la hora de la salida esperas con tu mochila fuera del salón a que pasen por ti, busca la sombra. De igual forma, si caminas de regreso a casa, trata de hacerlo del lado de la banqueta donde llegue menos el sol.
2.- Cuidado con la temperatura, ni muy fría ni caliente.
Puedes guardar la insulina en tu mochila y dejarla en el salón de clases, pero nunca dentro de un casillero donde pueda calentarse fácilmente. Si vives en un lugar caluroso, los geles refrigerantes y las loncheras térmicas son tus mejores amigos.
¡Ojo! El gel no debe estar en contacto directo con un frasco de insulina, corres el riesgo de que se cristalice.
3.- Ten siempre una insulina extra a tu alcance.
Guarda un frasco o una pluma nueva de insulina en algún refrigerador o en la enfermería de tu escuela, junto con jeringas o agujas para poder usarlas en caso de que sea necesario. Aunque uses microinfusora, nunca sabes cuando necesitarás una inyección.
4.- Lleva el frasco o pluma que estés utilizando.
Algunos optan por llevar jeringas precargadas con las dosis que acostumbran aplicarse en el horario escolar. El propósito es evitar perder la insulina completa o causar un accidente con los frascos de vidrio, sin embargo, esto no es recomendado. Habrá días en que necesites una menor o mayor dosis de la planeada, además de que las proteínas de la insulina se desnaturalizan cuando pasan varias horas en la jeringa, causando que disminuya su eficacia.
Siempre, lleva el frasco o pluma completo. Te recomendamos ponerle tu nombre y la fecha en que la abriste, pues no olvides que una vez en uso la duración de la insulina es de 28 a 30 días. Para saber exactamente cuánto dura la insulina que utilizas después de abierta, consulta directamente con tu farmacéutica.
¿Listo? ¡Feliz regreso a clases!
Autora: Sabrina Sosa S.
Nutrióloga y Educadora en diabetes
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